Año tras año, venimos celebrando esta fecha, el 20N, como símbolo del término de la dictadura de Francisco Franco. Hace 36 años que el dictador murió, sin embargo, no murió el legado que dejó: políticos, jueces, militares, policías y guardias civiles que fueron parte responsable, cómplice y ejecutora de las atrocidades que se cometieron durante el franquismo siguen hoy día impunes, con total complicidad y beneplácito del sistema. Es por ello por lo que más que festejar, seguimos en pie, denunciando el continuismo de este régimen fascista que aplica su opresión, censura y tortura a las capas más bajas de la sociedad, justificando la represión y la persecución política. Desde la mal llamada Transición hasta ahora, y sobre todo a raíz de la entrada del capitalismo salvaje a todos los rincones del mundo, se ha ido consolidando una gran mesa redonda donde se sientan a comer el poder económico, político y social.
Desde que a los medios de comunicación se les ocurrió hablar de crisis en nuestro Estado y aunque ya existía desde hacía algunos años, las y los trabajadores han asistido a un recorte de derechos sin precedentes y que alcanza todos los ámbitos. Y es que es histórico, que en momentos de crisis y confusión los estados a fin de preservar el capitalismo y seguir enriqueciéndose introduzcan recortes de derechos y privatizaciones a golpe de porra. Márgenes de ganancia escandalosos, avaricia sin límites, un estado cómplice, y sobre todo la pérdida de derechos básicos, como la vivienda, el trabajo digno, la sanidad, la educación y demás servicios públicos.
No olvidamos ni perdonamos la cantidad de familias que han sido desahuciadas, cómo nos hemos visto forzados al trabajo precario bajo la amenaza de despido constante y sin recibir salario digno alguno, cómo nos han hecho competir entre nosotros por un puesto de trabajo y que los beneficios económicos del mismo se destinen a llenar los bolsillos de los empresarios, los banqueros y los políticos. No olvidamos las numerosas huelgas organizadas por las y los trabajadores que han sido respondidas con cruel violencia por parte del aparato represor del sistema en todos los pueblos del estado. Además, nos hemos encontrado con el circo de quienes hacen llamarse sindicatos, CCOO y UGT, cediendo ante la patronal y el gobierno, vendiendo a los obreros e hipotecando sus vidas y las de las futuras generaciones. No perdonamos la privatización de la sanidad, con la implantación del copago y la construcción de hospitales con fondos públicos cuya gestión pasa a manos privadas. Tampoco olvidamos ni perdonamos la privatización de la educación con los planes Bolonia y EU 2015 como máximo exponente, con la subida de tasas y las becas convertidas en créditos hipotecarios.
Por otro lado, denunciamos y no olvidamos la situación del eslabón más débil de la clase obrera, inmigrantes y mujeres, doblemente oprimidos por el sistema y el estado. Los inmigrantes deben hacer frente al discurso racista y xenófobo que ha ido calando en la sociedad, a través fundamentalmente de los medios de comunicación. Y las mujeres deben afrontar todavía, la imposición del patriarcado en los distintos ámbitos de su vida.
Durante todos estos años son muchas las luchas y los movimientos sociales que se han ido organizando en todo el estado en contra de este sistema capitalista. Desde los comandos autónomos anticapitalistas de los setenta hasta el 15m de hoy día, y la respuesta por parte del estado en mayor o menor grado, ha sido siempre la misma: censura, tortura y persecución política y judicial en forma de cargas, montajes policiales, incomunicación, detención e ilegalización de colectivos, asociaciones y partidos políticos. Por ello, queremos recordar también a todos los presos y presas políticos de este estado y exigir su inmediata puesta en libertad.
¡Y después de todo esto, aún tienen la desfachatez de pedirnos el voto el 20 de noviembre! ¿Para qué? ¿Para continuar con este sistema capitalista que nos extorsiona y oprime cada día? ¿Para que puedan seguir llenándose los bolsillos a costa de nuestro sudor y nuestras lágrimas? La persona que comete un error y no lo corrige, comete otro error aún mayor.
A parte de denunciar, si hay algo que reclamamos hoy, es justicia, que se imparta justicia hacia los verdaderos culpables de esta situación. Y si hay algo que debamos hacer, es unir nuestras fuerzas para hacer frente definitivamente a este sistema capitalista y a sus estados cómplices.
POR TODO ESTO, LO LLAMAN ELECCIONES Y NO LO SON
POR TODO ESTO, LO LLAMAN DEMOCRACIA Y NO LO ES
Consideraciones finales:
El Colectivo Antifascista Palencia no convoca esta manifestación, solo pública el cartel publicitario y el manifiesto estatal del mismo. Por todo esto, El Colectivo Antifascista Palencia no se hace responsable de las acciones de las personas que libremente acudan a este acto de protesta y de cualquiera de las consecuencias que puedan derivar de las mismas. El símbolo del Colectivo Antifascista Palencia aparece en la foto como muestra de su publicación en este blog y una forma de dar nuestra conformidad con el citado acto.
El Colectivo Antifascista Palencia está formado por individualidades y como tal, su apoyo y participación en este acto está sujeto a su individualidad y responsabilidad personal. El Colectivo Antifascista Palencia no acudirá como organización.
De la misma forma, El Colectivo Antifascista Palencia reitera su total apoyo a esta protesta social y a la lucha contra el fascismo en todos sus frentes.
El Colectivo Antifascista Palencia anima a toda la ciudadanía a ser críticos con el sistema en el que viven, y si deciden que hay un futuro mejor, un sistema mejor, un mundo mejor: ¡LUCHEN POR ÉL!
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